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Renacimiento tras la persecución
"Tras la persecución secular del sistema liberal británico al catolicismo anglosajón, éste sale reforzado."
El país anglosajón ha pasado una larga noche alejada de la comunidad de países católicos, desde que Enrique VIII, que había sido honrado por el Papa por su defensa de la Iglesia, rompió con Esta por las debilidades de la carne. Su primer ministro, Sir Tomás Moro, gran intelectual, padre de familia y amigo de Erasmo de Rotterdam y Luis Vives, murió con la entereza de los antiguos mártires romanos. Durante dos siglos, muchos ingleses e irlandeses huyeron a la España imperial a formar parte de sus tercios y muchos volvieron transformados como sacerdotes de una comunidad marginada y perseguida.
En el XVII, los reyes Estuardo que habían sustituido a los feroces Tudor, tomaron posiciones cada vez más procatólicas hasta que Jacobo II, duque de York, converso al catolicismo subió al trono, fue la gran oportunidad de los católicos con una monarquía obediente a Roma de nuevo. No obstante, el derrocamiento de los Estuardo legítimos entregó el trono inglés a una dinastía alemana protestante (los Hanover, que continúan reinando tras cambiar el apellido por Windsor tras el enfrentamiento con el II Reich).
Los católicos se vieron marginados como supuestos jacobitas, protagonizando varias revueltas en la Escocia montañosa de los clanes.
No sería hasta el siglo XIX, cuando el catolicismo inglés, mísero y marginal, excepto algunos aristócratas como el duque de Norfolk, se verían incrementados por un importante contingente de irlandeses hambrientos llegados a los puertos del norte de Inglaterra, donde se iniciaba una gran industrialización.
La llegada de los irlandeses reforzó sobremanera a la minoría católica, pero su baja posición como proletariado urbano no ayudó a que los ingleses considerasen al catolicismo como una religión equiparable intelectualmente con sus teóricos protestantes anglicanos y presbiterianos. Habría que esperar a que una generación de teólogos anglicanos organizados en el movimiento de Oxford, descubriesen que según se acercaban a la verdad apostólica, esa verdad se encontraba en la Iglesia Católica y no en las protestantes, que eran ramas desgajadas de ésta. De este modo, Newman, Manning... y un sin fin de clérigos anglicanos llegaron al catolicismo y formaron su jerarquía eclesial y el inicio de una intelectualidad católica anglosajona.
Gracias al cardenal Newman, el catolicismo inglés dio un paso de gigante en Inglaterra y la sociedad británica fue haciéndose con la posibilidad de ver en los católicos, ingleses de verdad. En la primera mitad de este siglo, nuevas conversiones reforzaron la importancia de la intelectualidad católica inglesa. La más importante fue la protagonizada por Gilbert K. Chesterton, del cual se celebró recientemente el sesenta aniversario de su desaparición, y su hermano, amigos del historiador católico Hilarie Belloc. Los tres fueron los creadores del distribucionalismo, un sistema político heredero de la Rerum novarum que fomentaba la justicia social y el organicismo frente al socialismo y al liberalismo político. A sus nombres se les añadió la poetisa Edith Sitwell, el escritor Evelyn Waugh y el actor Richard Harris como nuevas incorporaciones a la comunidad católica inglesa.
Sin embargo, estas conversiones son pocas comparadas con la reciente llegada de anglicanos a la Iglesia Católica. El progresivo abandono de su mensaje evangélico por el anglicanismo oficial adoptando tesis contrarias a la tradición de la Iglesia y los escándalos de la familia real, cabeza de la religión oficial del país, han motivado que más de setecientos clérigos, el antiguo obispo de Londres, la ministra de agricultura y la duquesa de Kent protagonicen una clamorosa fuga hacia la Iglesia Católica reconociéndola como la legítima heredera de la herencia de Cristo y reconociendo al Papa como su vicario. Estas incorporaciones preveen un futuro verdaderamente importante al catolicismo inglés, con gente de peso incluso en la política, como el último gobernador de Hong Kong, el conservador, Chris Patten.*
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"ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Critica", es editado por el Foro Arbil
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