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Siete décadas sin Gilbert K. Chesterton
Su lucha principal fue contra el parlamentarismo, al que acusaba de representar a la plutocracia política que dirigía el país
Se conmemoró el sesenta y un aniversario
del fallecimiento de Gilbert K. Chesterton (1874-1936). Uno de
los más famosos y polémicos escritores ingleses de este siglo.
Este periodista británico nació en el seno de una familia
pudiente de mentalidad liberal y protestante. Sin embargo, su
búsqueda de la verdad le llevó a ser después de Newman uno de
los casos más llamativos de conversión al catolicismo en la
Inglaterra victoriana.
Gilbert K. Chesterton, con un cuerpo de niño grande, cara ancha,
descomunal físico y maneras de sabio despistado fue un gran
literato en la lengua inglesa con "Un hombre llamado
jueves", "Las historias del P. Brown", "La
esfera y la cruz", "La balada del caballo blanco",
"Magia", "Ortodoxia", "San Francisco de
Asís", "Santo Tomás de Aquino" y otras más. No
obstante, no pasará a la historia únicamente por su labor
literaria, al haberse cruzado en su camino un escritor
anglofrancés de firme carácter católico, Hilarie Belloc.
Belloc era un defensor a ultranza de la justicia social frente al
liberalismo capitalista y al socialismo marxista. Pronto el
anglofrancés convenció a Cecil Chesterton, hermano del
novelista, para que colaborase con él en varias revistas, donde
difundieron sus teorías inspiradas en las ideas que León XIII
había desarrollado en la Encíclica Rerum Novarum.
Estas ideas, que fomentaban la formación de una sociedad
orgánica como mejor sistema para evitar las desigualdades
sociales, fue conocido en Inglaterra como distribucionalismo.
Pero, cuando en la Primera Guerra Mundial falleció Cecil en
Francia, su hermano Gilbert decidió ocupar su puesto y colaborar
con Belloc en la difusión del corporativismo católico. Del
mismo modo, en que Cecil se había convertido al catolicismo,
Gilbert aceptó la Fe romana, ya que había llegado al
convencimiento de que las diferentes formas anglicanas eran
pálidos reflejos de la verdadera Iglesia encabezada por el Papa.
A este afirmación llegó Gilbert K. Chesterton desde su trabajo
periodístico. Chesterton fue un periodista crítico y
contracorriente que defendió el nacionalismo británico en
contra del imperialismo victoriano dominante, lo que le llevó a
posicionarse a favor de los böers en la guerra sudafricana. Pero
su lucha principal fue contra el parlamentarismo, al que acusaba
de representar a la plutocracia política que dirigía el país.
Para Chesterton y Belloc, las elecciones no tenían importancia
al no variar substancialmente la política. Los resultados
producían alternancias del poder entre miembros de una élite
política entrelazada en intereses comunes, pero que no
representaban los de la sociedad.
En cambio, el corporativismo representaría más fielmente los
intereses de la sociedad real. Chesterton y Belloc creían que
esta forma política se había dado ya en la historia con éxito
en la Edad Media y había que readaptarla a la época
contemporánea. El organicismo natural de la sociedad se había
perdido definitivamente con la aparición del protestantismo. Al
ser la Iglesia católica la inspiradora de esa tercera
alternativa al capitalismo y al socialismo. No es raro ver como
los hermanos Chesterton decidieron dar el paso hacia el
catolicismo después de su lucha política por la justicia
social.
Tras sesenta años de su muerte, el ejemplo de este inglés sigue
presente en su pueblo y nos recuerda a nosotros que la historia
pasada tiene lecciones que podemos aprender para defender los
valores cristianos y nacionales de nuestra Patria.
J.L. Martínez
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"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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