Gonzalo Fernández de la Mora y Arbil.

Además de rendir un reconocimiento a la personalidad política e intelectual, desde Arbil queremos agradecer a Gonzalo Fernández de la Mora, su actitud personal de cuya generosidad disfrutamos en diferentes tertúlias y artículos. Colaboración y apoyo, desde los comienzos, que siempre mantuvo.

La desaparición de una persona de la talla intelectual de Gonzalo Fernández de la Mora no podía dejar de tener su huella en ARBIL. Desde que varios jóvenes comprometidos en la defensa y difusión de los valores cristianos y la unidad de España impulsaran el foro Arbil, siempre contamos con el apoyo de algunos seniores como modelos a imitar. Entre aquellos próceres intelectuales estuvo Gonzalo Fernández de la Mora. Quién, cuando nadie nos conocía, confió en nosotros y ayudó como él podía hacerlo, con su compromiso intelectual.

En varias ocasiones el grupo madrileño de Arbil contó con la colaboración inestimable de D. Gonzalo, en diversas tertulias y conferencias, quien nos hizo gozar de su fina inteligencia y densa formación cultural. La última reunión fue a finales de 2001, cuando el grupo de Madrid homenajeaba en una cena a D. Álvaro Maortua, uno de nuestros más entregados y sacrificados miembros de Bilbao. D. Gonzalo se presto a preparar las palabras que sirvieron para reconocer la calidad humana de un hombre entregado a los demás en una región tan difícil.

El ejemplo de D. Gonzalo fue siempre encomiable, en todos los planos, en lo humano, con la entrega a los amigos, factor que siempre nos ha caracterizado a los miembros de Arbil, y en el intelectual. Razón Española, la revista que dirigió D. Gonzalo con tanto acierto mantuvo siempre una estrecha relación con nosotros. La acción es la que produce la amistad y no queríamos que en los tiempos actuales nadie que tuviese acceso a internet pudiera quedar desconectado del pensamiento de Razón Española. De esta manera, Arbil ayudó a poner en la red Razón Española.

Sin ánimo de agotar, ni siquiera tratar globalmente la persona y su pensamiento, hemos pedido, con apresuramiento, a algunos amigos comunes de Arbil y de Don Gonzalo que a través de sus notas nos dieran algunas pinceladas personales e intelectuales del mismo. Con estos textos cerramos este número, pero estamos seguros que a partir de ahora empieza una labor mucho más profunda de estudiar una obra fructífera en el futuro

Por último, pero lo más importante, desde nuestra publicación queremos pedir una oración por el alma de D. Gonzalo

José Luis Orella.

Cartas al director, sugerencias y colaboraciones

Pulse aquí para enviar correo

"ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil

La reproducción total o parcial de estos documentos esta a disposición de la gente siempre bajo los criterios de buena fe y citando su origen.