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ARBIL, anotaciones de pensamiento y critica

Los ruidos y el silencio.

Sólo conociéndose así, libremente podrá el hombre determinar su camino y definir el sentido de su vida

Se halla el hombre contemporáneo, en las sociedades más desarrolladas, inmerso, en general, en un mundo de ruidos. Ruidos, en las calles, causados por el fragor del tráfico febril. Ruidos , en los estadios, surgidos de las estentóreas gargantas de miles de hinchas enardecidos. Ruidos, en los llamados "conciertos", salidos tanto del escenario, en donde los ídolos gesticulan cual epilépticos, como del público, en donde los "fans" rugen enajenados. Ruidos, ruidos ensordecedores en los "pubs", que obligan a los que ahí dicen divertirse a lanzar palabras a gritos con el fin de entenderse hasta con quienes están justo al lado. Ruidos en las campañas publicitarias para vender productos.; y ruidos en las campañas electorales para vender ideas; que viene a ser lo mismo. Ruidos también dentro de las casas de aquellos que no pueden vivir sin tener conectada la radio o encendido el televisor.

Y si ese hombre progresivo se marcha al campo, se lleva consigo, a menudo, el transistor -o el teléfono móvil- para continuar envuelto ahí en el rumor de ruidos que permanentemente le embeben y que le impiden percibir el silencio del aire y el silencio de su propio interior.

-¿El silencio de su propio interior?- podrá alguien, extrañado, preguntarme.

Sí. En el interior del hombre se halla verdaderamente su identidad. Sólo él se conocerá a sí mismo si, aislado del ruido exterior por el silencio, penetra en lo más íntimo de su ser y en su entraña escucha su oculta voz.

Sólo conociéndose así, libremente podrá el hombre determinar su camino y definir el sentido de su vida.

Desconociéndose, será, en cambio, un ser sin rumbo, una marioneta, un náufrago; se hallará acosado y movido, desde fuera, por las constantes influencias ruidosas que, cincundándole, aturden los sentidos.

Es la gran diferencia entre ser señor de su propio destino o esclavo de los demás.

Patricio Borobio .


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"ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil

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