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Los misterios de Eleusis por Gonzalo Fernández, entrada |
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| La religiosidad oficial griega es ritualista. No existe fervor místico alguno. En la Iliada y la Odisea los héroes homéricos temen a los dioses porque son más fuertes que ellos y pueden hacerles daño. En las epopeyas homéricas el Hades o lugar de los muertos constituye un sitio oscuro donde vagan las almas como sombras. El héroe homérico sólo aspira a dejar memorias de sus hazañas para las generaciones venideras. Piensa que la inmortalidad supone una molesta secuencia de la vejez. Los personajes de Homero ven la senectud con horror y lástima. Los ancianos dependen de sus hijos y no pueden realizar ninguna de las cosas ilustres de los hombres que acarrean la fama a quienes las llevan a cabo.
Ante ese espíritu religioso tan alicorto se crean en Grecia las religiones mistéricas. La religiosidad oficial se halla abierta a todas las personas que viven en las poleis o ciudades-estado de Grecia. En cambio las religiones mistéricas se destinan a un pequeño grupo de iniciados. Sus adeptos han de someterse a unos ritos de iniciación reservados. Tienen que llevar una vida conforme a los preceptos del culto. Deben participar en sus ceremonias también privadas. En contrapartida se les promete una mejor vida de ultratumba. Las religiones mistéricas hunden sus raíces en cultos micénicos (y aun minoicos en algunos casos) con una idiosincrasia muy localista. Sin embargo no empiezan a expandirse hasta el siglo VIII a.C. Uno de los cultos mistéricos más importantes de Grecia Arcaica es el constituido por los misterios de Eleusis.
En la localidad de Eleusis en el Ática existe un culto a la diosa Démeter vinculado al linaje nobiliario (genos) de los Eumólpidas. El tirano Pisístrato lo lleva a Atenas durante su tercer gobierno (546 - 527 a.C.). En Atenas adquiere un carácter mayoritario. Tras la conquista romana de Grecia los misterios de Eleusis pasan a Roma. En Roma se inician personajes de la importancia de Sila, Julio César, Augusto y Marco Aurelio. Pese a su difusión los Misterios de Eleusis nunca pierden su carácter secretista. En 395 d.C. los godos de Alarico destruyen el Santuario de Démeter en Eleusis que era el centro de los misterios. Los filósofos paganos de la Escuela Neoplatónica de Atenas continúan celebrándolos en sus viviendas de forma privada y subrepticia durante el siglo V d.C.
La iniciación en los misterios de Eleusis contempla tres fases:
Primera fase -
Los néofitos reciben la denominación de mystai. Los neófitos pasan la noche anterior a su iniciación cantando y bailando en la playa de Eleusis. Al despuntar el alba los mystai se bañan en el mar con ánimo purificatorio y entran en procesión en el Santuario de Démeter
Segunda fase -
Se desarrolla en su totalidad en el interior del antedicho Templo de Démeter. La segunda fase de la iniciación se divide en tres ceremonias que se llaman lo visto, lo oído y las cosas mostradas.
En la tercera ceremonia acaece la iniciación propiamente dicha de forma que los mystai pasan a ser adeptos al culto de Démeter y se trasforman en epoptai (los que han visto).
Nada se sabe de estas ceremonias. Ningún adepto dejó testimonios escritos pese a la naturaleza cuasi-universal que llega a adquirir la religión mistérica de Eleusis en la Antigüedad. Se han supuesto dos soluciones:
- O se representaba en el interior del Templo la leyenda mitológica de Démeter, su hija Perséfone, el rapto de Perséfone por Hades y el arreglo entre Zeus, Démeter y Hades por el que Perséfone viviría todos los años nueve meses con su madre en la Tierra y tres con su marido Hades como Reina de los Muertos en el Inframundo
- O se asistía a una supuesta hierofanía de Démeter mediante la ingesta de plantas alucinógenas por los participantes
Tercera fase -
Consiste en la salida procesional de los epoptai desde el Templo de Démeter en Eleusis
Se tienen muchos testimonios acerca de la existencia de los misterios de Eleusis pero sólo cinco en torno a su contenido que nada dicen:
I) Dos fragmentos del Himno homérico a Démeter:
- Soy Démeter, la diosa colmada de honores, que es para mortales e inmortales la fuente mayor de provecho y gozo. !Ea! pues, que un gran templo y un altar bajo él me haga todo el pueblo junto a la ciudad y la alta muralla, por encima del Calícoro, sobre el prominente alcor. Ritos de iniciación yo misma os indicaré, para que en adelante obrando propiciamente, os propiciéis mi corazón (vv. 266 – 276)
- Mas ella, yendo junto a los reyes administradores de sentencias, enseñó a Triptólemo y a Diocles, conductor de caballos, y al poderoso Eumolpo y a Céleo, conductor de huestes, el misterio de los sacrificios, y reveló iniciaciones para todos venerandas, que no cabe transgredir ni indagar, ni divulgar pues reprime la voz el sacrosanto temor de los dioses. !Feliz el terrestre mortal que los haya contemplado! El no iniciado, quién no participare en los misterios, jamás tendrá destino igual, una vez muerto, en la profunda tiniebla (versos 473 – 481)
II) PÍNDARO (Fragmento 121)
!Feliz quién va bajo tierra, habiendo visto aquello ! Conoce sí el final de la vida, pero conoce también el principio dado por Zeus
III) SÓFOCLES (Triptólemo, Fragmento 837)
!Cuán bienaventurados aquellos mortales que, tras ver estas iniciaciones, se marchan al Hades, pues allí sólo a ellos vivir les es posible! ; a los demás les aguardan todos los males
IV) PLATÓN (Fedón 69c)
Aquél que llegue al hades, sin haber tomado parte en la iniciación en los misterios, será sumergido en el cenagal. Al contrario quien lo hubiera hecho será purificado y vivirá iniciado con los dioses
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