|
Constitucional o no, socialmente admitido o no, siempre un asesinato
Es fundamental dar a conocer como se realiza un aborto, la crueldad de los métodos y la brutalidad de quienes los realizan. Proceso siempre oculto cuando se quiere favorecer el aborto.
Los medios de comunicación reflejan como en Estados Unidos la profesión médica en general se pronuncia en contra de los abortos, sobre todo para la última propuesta que defiende el presidente norteamericano, con la técnica abortista de «nacimiento parcial», o por decapitación, un procedimiento especialmente cruel que incluye el nacimiento parcial del feto y la aspiración de su cerebro a través de una aguja insertada en la nuca.
Al consenso creciente sobre la crueldad de esta técnica de aborto se ha sumado en esta ocasión, con su relevante peso, la Asociación Médica Americana, que hasta ahora no se había pronunciado oficialmente sobre la polémica del aborto. Con este destacado e inesperado respaldo profesional, los legisladores pro-vida esperan lograr finalmente la mayor reforma del aborto en Estados Unidos desde que fuera legalizado en 1976 por la Corte Suprema.
La Asociación Médica Americana, con base en Chicago, estima que el aborto por decapitación se utiliza en casi un uno por ciento del millón y medio de interrupciones forzadas del embarazo (eufemística forma de esconder tan bárbaros asesinatos) que se realizan en Estados Unidos anualmente.
Pero igualmente crueles son los demás métodos abortivos usados habitualmente.
Por eso es fundamental dar a conocer como se realiza un aborto, la crueldad de los métodos y la brutalidad de quienes los realizan. Proceso siempre oculto cuando se quiere favorecer el aborto.
Hablar de interrupción voluntaria del embarazo, suena a algo técnico y aséptico. Para acercarnos un poco más a la realidad es necesario conocer algunos de los métodos usados para practicar el aborto:
- Succión. El abortista con un potente aspirador va seccionando a pedazos y absorbiendo los frágiles miembros del niño. El cuerpo es recompuesto sobre la mesa a modo de puzle, para terminar la labor "sanitaria" sin dejar restos que pudiesen causar infecciones.
- Legrado. Con un objeto cortante el abortista va despedazando al bebe y sacando trozo a trozo con las pinzas. Si se observa la ecografía, se ve al niño pataleando y reptando por el vientre de la madre porque los últimos momentos son terriblemente dolorosos.
- Inyección intraamniótica. El abortista introduce una solución salina en el líquido amniótico, el pequeño acaba envenenándose y muriendo; pero antes ha de sufrir el abrasamiento, hasta el punto de cambiar completamente de color.
- Inducción de contracciones. El abortista procura el nacimiento prematuro, contranatura, y se deja morir a la criatura en el cubo de basura, mientras fuerza sus últimos, leves y estériles movimientos.
- Histerectomía. El abortista corta el cordón umbilical y se le procura la muerte privando de oxígeno y alimento al feto, que muere asfixiado.
Es decir, el aborto no es una cuestión ideológica ni un asunto particular de la conciencia de la madre, pues hay un tercero involucrado, inocente e indefenso que es asesinado brutalmente.
¿Que pensaríamos de una madre, que por tener un hijo con minusvalías (que además ya son seguras), o carente de recursos económicos y con niños a su cargo, o que sufriera una agresión sexual, o enferma y con descendencia, que pretendiera solucionar sus problemas, reales, decapitando, sumergiendo en ácidos, o ahorcando a su descendencia, con ayuda de un facultativo médico ?, ¿y si el código penal no contemplara el castigo de tales hechos?.
¿Alguien vería con buenos ojos, a quien defendiera esto?. Pues ahora está ocurriendo. La mayoría de las personas contrarias al aborto ven a los proabortistas no como favorables al asesinato y procuradores de ello, sino como personas con diferente opinión, y en todo caso respetable. Como modelo de esta posición a todos no viene a la mente el nombre de letradas-tertulianas-legisladoras que cuentan con la aquiescencia de los "biempensantes" y no son rechazadas por la sociedad, sino que se ponen como ejemplo de simpatía y tolerancia.
Quien colabora, desde con su voto hasta con su sanción legislativa, es responsable de esos brutales y sangrientos asesinatos, recordemos de nuevo los métodos, con el agravante de que lo hace sin ni siquiera estar sujeto a una situación limite, que sin justificar en modo alguno, en ocasiones puede explicar la actitud de una embarazada.*
"ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Critica", es editado por el Foro Arbil
La reproducción total o parcial de estos documentos esta a disposición de la gente siempre bajo los criterios de buena fe y citando su origen.