Entrevista a Alberto Fernández, Director de ARBIL

Por el interés de su contenido nos parece muy interesante reproducir la entrevista concedida por Alberto Fernández, director de la publicación Arbil, anotaciones de pensamiento y crítica, para un importante diario portugués, el mes pasado.

Hace ahora practicamente un año qué salía a la luz ARBIL como hoja de pensamiento y crítica. Puntualmente ha estado en manos de multitud de personas cada mes a través de sus ediciones electrónica e impresa. En sus páginas se han ido sucediendo temas de reflexión, ideas para el estudio e incluso para el compromiso.

Sería interesante conocer algo más sobre Arbil, aquello que es su "espiritu", su razón de ser y el fin a cumplir. Por este motivo entrevistamos á Alberto Fernández, montañes, estudiante de Física Nuclear, director de la publicación "Arbil" y miembro del Consejo Técnico del club.

-Pregunta: ¿Por qué se puso en marcha Arbil? ¿Quiénes lo forman y qué pretenden?

-Alberto F.: Hace un par de años un grupo selecto de personas a los que unía la inquietud por todo lo que nos rodea y un deseo de vivir intensamente el tiempo en que hemos sido "colocados", pensamos que teníamos que aprender más, conocer a hombres y mujeres que han jugado un papel destacado en la vida pública reciente, contrastar opiniones y reflexionar, para luego, cada uno, sacar conclusiones. Ahí está la clave para entender Arbil, el ser un Foro que no está constituido por hombres idénticos; en donde se fomenta todo lo contrario, y a la vez se anima constantemente a pensar. Si, a pensar, a pararse y analizar la realidad, a la luz de la historia, del Derecho Natural, de las creencias que nos han formado como nación; pero con la grandeza de nuestra dimensión intelectual. Es decir, para Arbil el hombre es el protagonista principal.

Arbil está formado por jóvenes uníversitarios y profesionales que comparten una serie de valores y que pretenden estimular con ellos a una sociedad que quizás se ha ido paralizando en vitalidad y capacidad para las grandes iniciativas. Ojalá logremos formar esas élites jóvenes que, sean capaces de pensar por si mismos y que allí en donde estén marquen el nuevo rítmo que el siglo XXI necesita.

-Pregunta: Usted con lo que acaba de decir apunta a ser élite; jóvenes excepcionales y altamente cualificados, pero no al margen de su generación. ¿Qué hay de cierto en ésto?

-Alberto F.: Rotundamente nos sentimos ya élites y al contrario de cerrarnos, queremos provocar entre los jóvenes y universitarios que se sientan dispuestos a "volar alto", un deseo de transmitir todo aquello valioso que lleven dentro, a dejar huella en la historia presente.

Somos élites porque no nos dejamos manipular por el clima ambiente, la televisión, la pornografía salvaje, la chabacanería, el mal tono, la ordinariez y la irreligiosidad. Somos capaces de pensar por nosotros mismos, somos dueños de nuestras ideas y de nuestros valores y, tratamos de actuar en consecuencia. ¿No le parece algo muy atractivo?

Quiero decirle algo más. Todos solemos admirar a los hombres que hacen algo que se sale de lo común, después de haber realizado un gran esfuerzo; son los héroes y los líderes. Hay unos que pertenecen al ámbito del deporte, política, finanzas... A todos ellos mostramos nuestro reconocimiento y, si podemos, imitamos de alguna manera. Pero ahora, en este tiepo nuestro, somos nosotros quienes debemos asumir la tarea de abrir caminos nuevos y comenzar a respirar el aire del siglo proximo.

-Pregunta: En este club hay unos valores básicos que me gustaría conocer, pero ¿tambien sus socios comparten un programa o ideario político? ¿Hay algún partido político detrás de Arbil?

-Alberto F. :Los valores de Arbil son para nosotros los cimientos de la civilización: el derecho a la vida, la familia, la educación y trabajo digno. También hemos querido que figure la unidad de la nación española como un valor más. No hay ningun otro programa.

Aprovecho para decir que Arbil no és, ni pretende ser un proyecto político, ni la plataforma cultural de un partido.

Los socios de Arbil participan activamente en la vida pública. Algunos de ellos están en partidos políticos distintos, otros ocupan puestos en organizaciones universitarias, pero el club sólo da una consigna: que allí en donde estén sus miembros se hagan presente esos valores básicos de nuestra civilización y, traten de despertar la iniciativa y la reflexión.

-Pregunta: Insisto, ustedes defienden unos valores que tradicionalmente han side patrimonio de la "derecha" ¿ésto no supone toda una ideología?

-Alberto F.: Considero que a la altura del final del siglo XX está desfasado hablar de "ideologías". Cuando se cree en el hombre se descubre que éste evoluciona enriqueciéndose con el transcurso de un tiempo lleno de descubrimientos y de sucesos espectaculares que se agolpan a cada minuto; ese hombre o se cierra en recetas dadas por otros en épocas muy diferentes o, pone en funcionamiento la razón, la inteligencia, su valía...

Es el hombre quien asume el protagonismo y da la respuesta a una sociedad inquietante y viva como debe ser la nuestra. Ahí es donde pondrá a prueba sus capacidades y su liderazgo personal.

Creo firmemente en las ideas pero no en ideologías, que son cáscara muerta y vacia de contenido.

Apostamos por unos valores muy concretos y audaces, pero sabemos que su auténtica riqueza está en su fuerza dinamizadora de nuestra sociedad.'

-Pregunta: Pasemos a otros temas. Usted habla de buscar a esas élites también en la Universidad. Desde su prespectiva ¿cómo vé la Universidad española?

-Alberto F.: El universitario de hoy en día, a pesar de llevar gran cantidad de libros bajo el brazo y enseñarlos en sus largos paseos, a pesar de "conocer" a la perfección lo que pasa en el mundo y no tamer a nada, se mueve en una sociedad desilusionada.

Hace poco aparecía en un periódico andeluz el siguiente titular: "El uníversitario español no cree en Dios, sino en el mismo". Toda una definición que sería largo, pero interesante analizar en toda su profundidad.

Dicho ésto, a reglón seguido, he de reconocer que hay sintomas muy buenos. Están apareciendo en las universidades españolas grupos y asociaciones que van contracorrriente. Los movimientos universitarios por la vida, los de ayuda a disminuidos psíquicos o fisicos, los campos de trabajo en zones marginales, grupos cristianos que tratan de devolver la Uníversidad a Dios. Son movimientos serios, con un fuerte compromiso, compuestos por uníversitarios que no se dejan arrastrar, personalidades fuertes, seguras, convencidas...éstos si quieren si que pueden transformar el mundo.

-Pregunta: ¿Cambiar el mundo? No se quedan en proyectos culturales, van más allá.

-Alberto F.: La humanidad está al comienzo de una nueva era, en donde como dije antes el ser humano será el principal protogonista. Aqui radica la úrgencia para que los socios de Arbil actuen con fuerza y cooperen en esta transformación.

-Pregunta: ¿Qué datos posee para afirmar ésto?

-Alberto F.: Muchos y de diferente magnitud. Unos ejemplos: Por un lado puede enumerarse la circunstancia de que dos grandes potencias, Estados Unidos y Japón, una a ejemplo de la otra, centren el objetivo prioritario de sus empresas en que la persona se encuentre más feliz trabajando; este principio es el cimiento de un tiempo nuevo, y ésta causando profundos cambios en muchas empresas del mundo.

Otro ejemplo, la Uníversidad de Tokio ha definido ya los estudios de los japoneses de cara al próximo siglo, y por encima de ampliar disciplinas científicas, lo que se refuerza son conceptos tales como la justicia, la verdad, la ética y las virtudes.

-Pregunta: ¿Cuál es para usted la situación de partida en Europa de cara a ese profundo cambio que se proyecta para el 2.000?

-Alberto F.: Europa ha desarrollado una noción del valor que tiene la tecnología y su enfoque cientifico, pero se ha olvidado del valor que posee el ser humano. Los gobiernos destinan cientos de millones de dólares a la investigación de nuevas técnicas en los campos de la ingenieria eléctrica, de la fisica o de la astronomía; y apoya el desarrollo de complejas ideas económicas.

Sin embargo, casí no se asignan fondos que ayuden a comprender cómo se debe tratar y organizar a los individuos en el trabajo, y ésto es justamente lo que hay que decidir para el mañana.

-Pregunta: ¿Este modó de vida dejerá en un segundo plano los hábitos de "progres", "skins", y también de los "yuppies"?

-Alberto F.: Si`. Sólo hay que esperar unos años para que los "progres", "skins" y los "yuppies", la movida de la litrona y el ejecutivo ferviente del ordenador pero sin novia y sin amigos, queden en el olvido o como prototipos de otras décadas.

Los jóvenes del 2.000 por encima del dinero y de la vanagloria de un triunfalista curciculum profesional, colocarán para bien o para mal, sus ansias de espiritualidad.

Se nota ya entre universitarios de 'pro" una preocupación por el más allá, Dios, la religión, el ser humano, el de dónde vengo y adónde voy por encima del tener y del saber.

-Pregunta: ¿Qué razones explican este giro copernicano?

-Alberto F.: Cuando el hombre tiene cubiertas sus necesidades materiales cuando ha desarrollado su capacidad intelectual y se desengaña porque comprueba que ese saber no le dá la felicidad que tanto ansía...aflora su interioridad, el aprecio a la amistad, el deseo a darse a alguien o a algo grande, el afán de vivir experiencias nuevas que pueden ensalzarle o corromperle, según encauce esas inquietudes.
La actitud que describo ya es real en ciertos sectores de algunas naciones que llegarón antes al precipicio y ahora reaccionan. En España esta reacción está surgiendo poco a poco, pero en breve llegará a producirse en gran escala y hay que estar preparados.

Le puedo asegurar que los socios de Arbil tratarán de servir a esta casusa con todo entusiasmo e ilusión *

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"ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Critica", es editado por el Foro Arbil
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