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ARBIL, anotaciones de pensamiento y critica

El confusionismo del lenguaje o el lenguaje del confusionismo

"La libertad consiste en la posibilidad de ser capaz de elegir entre varias cosas que llegan a la consciencia de la persona;.".

Una de las características del momento cultural que vivimos, es el variable contenido que se da a algunas palabras, contenido que se suele subjetivar y hasta sobrevalorar según la particular opinión del que las usa, llegándose con frecuencia, en su valoración, hasta endiosarlas. Inevitablemente, el confusionismo es su consecuencia: con la misma palabra se expresan contenidos distintos y hasta opuestos.

Un ejemplo típico ocurre con la palabra "libertad" y la expresión que por algunos se supone semejante: "el ser libre".

La libertad consiste en la posibilidad de ser capaz de elegir entre varias cosas que llegan a la consciencia de la persona (Y en cierto sentido al menos, común a todo ser vivo animal) y que hace posible decidir la conducta en cada momento. Es pues, un acto personal que ocurre en la consciencia, como consecuencia de la "lucha de motivos" que en ella se realiza para la mayoría de nuestras acciones conscientes. Por lo tanto, lo mismo sirve para obrar el bien, que para obrar el mal, y que produce en el que la ejerce el "sentirse" superior y dar a su actividad un subjetivismo que origina algo de satisfacción.

El confusionismo se establece, por ejemplo, al intentar identificarla con "el ser libres", que expresa lo contrario ya que es una renuncia o limitación de la libertad: "se es libre" de algo. Por ejemplo, un vacunado contra la fiebre tifoidea "está libre de" padecerla, es decir, ha perdido la libertad para adquirir esa enfermedad, en sentido riguroso ha perdido parte de su libertad (en este caso, en relación con el campo de su realización, y con evidente beneficio).

Por ello, no puede emplearse "el ser libre" como afirmación aislada si no se aclara "de qué se es libre", y de aquí que la afirmación evangélica: "la verdad os hará libres" se completa enseñando que nos hace libres del error del pecado, lo que no supone ni una ampliación ni un elogio de una función fisiológica cerebral de la mente humana, sino que al contrario, es una clara restricción a la libertad.

Dr. Fernando Civeira Otermín *


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