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El wahhabismo y la guerrilla chechena.
Puritanismo, aplicación estricta de la sharía, intolerancia religiosa, postergación de la mujer; son algunas de las características de la imagen que proyecta Arabia Saudita. Pero todo ello, ¿es connatural al Islam?. Se trata de la aplicación más concreta de un movimiento renovador del Islam, el wahhabismo, que cuenta con un inesperado discípulo: Shamil Basayev, líder de la guerrilla chechena
En algunos medios de comunicación ha
trascendido que determinadas prácticas religiosas de la
guerrilla chechena resultaban extrañas para los habitantes
musulmanes de los pueblos (situados en Daguestán y Chechenia) en
los que ha operado, acostumbrados a un Islam menos riguroso.
Shamil Basayev, el más conocido dirigente de la guerrilla
chechena, se convirtió al Islam sunnita en su interpretación
wahhabita. Y en esa "aventura interior" le acompañaron
buena parte de sus camaradas de la guerrilla caucásica que
dirige. Autor de espectaculares golpes de mano en 1.995, y figura
mítica en su Chechenia natal, saltó de nuevo al panorama
internacional con el intento de invasión de Daguestán, excusa
de la que se sirvió Boris Yeltsin para invadir, por segunda vez
en pocos años, la república de Chechenia, y que ha servido en
parte a Valdímir Putin para consolidarse.
Parece ser que, en su salida de Grozni, horas antes de la total
ocupación de la capital por las tropas rusas, resultó
gravemente herido por una mina, perdiendo las extremidades
inferiores según unas fuentes o un pie, según otras.
Puede parecer que sea indiferente el que esta guerrilla profese
un tipo u otro de Islam: sunnita, chiíta, hermanos musulmanes,
alauita, sufí, etc.
Pero creemos, al contrario, que sí es significativo.
El wahhabismo es una forma estricta de interpretación del Islam
que nace, al igual que otros movimientos reformistas, dentro de
la gran corriente "salafiya" (salaf, grandes
antepasados). De la mano de Mohamed Ibn Abdul Wahhab pretende,
como todos los reformistas, la vuelta a la pureza del Islam de
los orígenes
El movimiento reformista.
El reformismo, en la actualidad principal corriente del Islam, se
caracteriza por una serie de rasgos comunes:
1. La vuelta al Corán y a las tradiciones originales de los
primeros musulmanes.
2. La liberación del yugo colonial. El reformismo nace en la
segunda mitad del siglo XIX.
3. La impugnación de los soberanos musulmanes que no eran fieles
al auténtico espíritu musulmán o que habían pactado con las
potencias colonialistas.
4. El Islam es la religión de la ciencia, la razón y las artes,
siendo prueba de ello, el pasado de la civilización musulmana.
La decadencia de los árabes estaría causada por el abandono del
verdadero Islam.
El principal reformador fue Jamal al-Din al-Afghaní (1.839 -
1.897).
Nacido en Irán según unos y en Afganistán según otros,
estudia en la India, viviendo la guerra civil en Afganistán en
1.866. Se traslada a Estambul, pero al año tiene que partir para
Egipto a causa de los enemigos que se generó entre los clérigos
tradicionales. De 1.871 a 1.879 permanece en el Cairo,
rodeándose de un grupo de intelectuales musulmanes, entrando en
la masonería de donde es expulsado por su oposición al
colonialismo. Los tres años siguientes los vive en la India de
nuevo. De allí, se traslada a París, donde fundó la revista
Al-orwa al-wothqa ("el vínculo indisoluble"),
recogiendo en sus 18 números editados los principios
fundamentales del reformismo. Viajó a Irán, después a Rusia en
1.889, en 1.892 a Inglaterra. Allí publica artículos muy
virulentos contra el Sha, quien fue asesinado unos años mas
tarde por un discípulo de Jamal al-Din. Murió en Estambul. Su
principal texto es el libro "refutación de los
materialistas". Del wahhabismo se diferencia en su mayor
conciencia crítica ante el desafío occidental.
Entre sus discípulos destaca el egipcio Mohammad Abdoh, quien
reformó la futura Universidad cairota de Al-Azhar. A partir de
entonces, reformismo y política, en particular la lucha por la
liberación de las potencias coloniales, se mezclan en la moderna
historia de los pueblos árabes.
Floreció, inmediatamente, un importante elenco de intelectuales
reformistas en todo el mundo musulmán, incluida la India.
Además del mencionado wahhabismo, otro movimiento se enmarca
dentro de este gran río del modernismo: los "Hermanos
Musulmanes". Fundado por otro egipcio, Al Banna, se trata de
un movimiento muy estructurado y organizado, activista, que
arraigó especialmente en Egipto, pero también en Siria,
Palestina y otros países musulmanes.
El wahhabismo.
En concreto, el "wahhabismo" ha estructurado por
completo la sociedad de Arabia Saudita y por ello es bastante
conocido, al menos, en sus rasgos externos. De hecho, aunque
cuenta muchos seguidores en otros países islámicos, es
únicamente en aquél donde ha prevalecido esta interpretación
estricta sunnita.
Mohamed Ibn Abdul Wahhab (1.703 - 1.787) es el teólogo que, en
la tradición procedente de Ibn Hanbal (780 - 855) y de Ibn
Taymiya (1.263 - 13.28) formuló esta corriente.
Nació en una provincia del centro de la península arábiga:
Neyed. Estudió en Medina, Irán e Irak. De regreso a Neyed,
propugnó el retorno a un Islam purificado. Organizó la
comunidad de los "unitarios" (vinculados al principio
de la Unidad divina), ganando numerosos adeptos a los que
señaló unas creencias simples con un código moral estricto.
Sus creencias se pueden resumir en las siguientes:
1. Sólo Alá es digno de adoración.
2. Las visitas a las tumbas de sabios y santos son ajenas al
verdadero Islam.
3. El introducir nombres de santos en las oraciones equivale a
incredulidad.
4. Cualquier creencia ajena al Corán, la Sunna o deducciones de
la razón, es equivalente a la incredulidad, lo que debe ser
castigado con la muerte.
5. Las interpretaciones esotéricas son asimiladas a la
incredulidad.
Impuso la asistencia a la oración colectiva en las mezquitas con
medidas policiales, prohibió además del alcohol, el tabaco y
afeitarse la barba. Aplicó la sharía de forma literal (penas
corporales), según la escuela jurídica de carácter riguroso
hanbalí.
Convirtió a su causa al emir Mohamed Ibn Saud, cuyo hijo, Abd
al-Aziz, conquistó toda Arabia, amenazando Alepo, Bagdad y
Damasco. Derrotado por un ejército egipcio, fue decapitado en
Estambul.
Pero su recuerdo perduró y otro líder árabe, también llamado
Abd al-Aziz (conocido como Ibn Saud), en torno a 1.926 fundó la
moderna Arabia Saudita, con Medina y La Meca, a la vez que
implantaba un islam riguroso según la interpretación wahhabita.
En Arabia Saudita, en la actualidad, pervive el wahhabismo en su
aplicación estricta, manteniéndose la segregación de las
mujeres, la prohibición de cines públicos, la conducción de
vehículos por mujeres, cualquier práctica religiosa no
musulmana en público o privado, también ha prohibido las
cofradías místicas y al sufismo (al que con tanta curiosidad se
mira desde el occidente de la "New Age"), etc.
Pero la familia reinante, dada su vinculación internacional con
Estados Unidos de América, ha sido cuestionada por otros
sectores islámicos de dentro y fuera. La ocupación de La Meca
en 1.979 fue consecuencia de esas graves tensiones. También el
asesinato del presidente egipcio Sadat se enmarca en las
tensiones planteadas por quiénes propugnan un Islam purificado.
Sin embargo, el magnicidio del rey Faisal de Arabia Saudita el 25
de marzo de 1.975 a manos de un sobrino, si bien no está
aclarado en sus motivaciones últimas, no parece que tenga ese
mismo origen.
Ello no ha impedido que, con el inmenso capital procedente del
petróleo, impulse al Islam misionero de múltiples formas y
lugares.
Tampoco extraña que el wahhabismo incurra, hoy día, en la
"guerra santa". No en vano, el Islam wahhabita fue
implantado en la península arábiga en el primer tercio del
siglo XX, por medio de la "yihad" desencadenada por los
dos caudillos musulmanes que antes hemos mencionado.
Para esta modalidad del Islam, política, sociedad y religión es
una sola cosa.. Y lo sigue acreditando con hechos.
Geopolítica.
El Cáucaso, desde hace varios siglos, es objeto de las
apetencias territoriales de Rusia y Turquía. También es objeto
de expansión del Islam, especialmente, por la presión turca,
dado que pueblos de esa etnia habitan en diversas repúblicas
caucásicas, con la excepción de las cristianas y ortodoxas
Armenia y Georgia.
También el Irán chiíta ha intentado extender su campo de
influencia entre los territorios musulmanes ex - soviéticos,
aunque ha pasado su época belicista en la que llegó a
"exportar" un cuerpo de 2.000 voluntarios a la llanura
de La Békaa, feudo de los movimientos chiítas libaneses Amal y
Hezbola.
Y en todo ello, no hay que olvidar la importancia geopolítica de
estas repúblicas en conflicto, por ser lugar de tránsito de
oleoductos por los que es transportada buena parte del crudo
mundial. Así, se ha barajado en diversos medios que, la causa
oculta de la nueva fase de la guerra en Chechenia, sería el
control estratégico por parte de Rusia del transporte del crudo
en su principal vía terrestre.
Conclusiones.
Arabia Saudita, uno de los mayores productores de petróleo, se
ha convertido en una de las fuentes de financiación mas
importantes del Islam misionero a nivel internacional. Financia
enormes mezquitas en Europa (como la madrileña sita en la M-30
y, próximamente, otra en Barcelona), obras caritativas en el
Africa negra, la expansión musulmana en Filipinas o Asia
Central.
¿Financiará también, acaso, a movimientos guerrilleros como el
mencionado? En ese sentido, se ha señalado la posible alianza,
en su día, entre importantes representantes del wahhabismo
actual y el Frente Islámico de Salvación argelino. Y no
olvidemos que el primer gobierno que reconoció al nuevo gobierno
talibán de Afganistán, junto al de Pakistán, fue Arabia
Saudita. Ahí, pues, la conexión que explica tan particular
militancia del mítico guerrillero y su gente.
En ese sentido, Shamil Basayev practica la yihad, un medio muy
utilizado por el Islam, ya sea de forma ofensiva o defensiva. Y
no olvidemos, por otra parte, que su país ha sido víctima,
especialmente, del comunismo ruso (ateo por definición para un
musulmán), padeciendo en época de Stalin deportaciones masivas
y miles de asesinatos.
El Islam avanza en todo el mundo. Preocupa en occidente pues las
comunidades musulmanes radicadas en Europa podrían contagiarse
del afán misionero de sus hermanos en la fe y generar en el
futuro una fractura social sin precedentes. En la Europa del
bienestar, con una población envejecida, sin convicciones, ni
voluntad de lucha y supervivencia; el Islam planteará en un
futuro inmediato una problemática cultural de indudables
repercusiones sociales y políticas.
José Basaburua jbasaburua@hotmail.com
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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