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Editorial.
Las situaciones de malestar y decadencia
no son irreversibles. La historia la hacen los hombres y no el
destino; y la historia de España, la de hoy y la del futuro, la
tenemos que hacer los españoles de nuestro tiempo.
Es la imagen la que trata de convencernos de que los valores
consustanciales con el ser de España carecen de vigencia, de que
los ideales por los que los españoles hemos vivido
historicamente eran falsos, de que las exigencias morales que
definían nuestra conducta, tabúes ridículos de los que es
necesario desprenderse. Y a esa imagen hay que oponerse, y a todo
ello hay que decir valientemente que ¡No!; que no es verdad.
Ante la amenaza creciente a la identidad nacional, a nuestra
raíz cristiana, a nuestra cultura, a nuestra natalidad, debemos
decir que ¡No! Y aunque tengamos la percepción de que los
españoles parecemos cansados, hastiados, fatigados, suponíendo
que no hay nada que hacer, y de que no hay otra solución que
resignarse y retrasar la hecatombe con el mal menor, tanto en los
aspectos políticos como sociales, tenemos la obligación de no
dejarnos engañar por esa percepción y trabajar por transformar
nuestra sociedad
Si hay algo que obliga en conciencia es laborar por el bien
posible. Y laborar por el bien posible significa olvidarse del
mal menor, que, siendo un mal, no se le quiere en el fondo y,
además, se le teme.
La política del mal menor es la política del miedo, y sobre el
miedo no sólo no se edifica nada, sino que se envalentona al
adversario que acosa y desprecia al miedoso.
La política verdadera es la del bien posible, y el bien posible
no produce miedo. El bien se busca y se sirve con amor.
La labor social y política la debemos concebir y realizar como
una empresa de amor: de amor a una Verdad revelada, por la qué
se conoce, de una parte, al hombre en su plenitud, y de otra, el
sentido de la historia que el hombre hace; y de amor a España,
que ha escrito en el curso de su Historia páginas brillantes y
que está llamada, no a desaparecer victima de enemigos y
desertores, sino a escribir páginas más brillantes todavía.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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