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De la necesidad de un afán colectivo (III).
Está claro que la "civilización" (como producción de "cosas", supuestamente para el bienestar) no da la ilusión necesaria para una convivencia saludable y compensadora de las dificultades inherentes a vivir en sociedad. Al contrario, al menos en parte, puede crear envidias, odios y separación.
¿Y la "cultura"?: Entendida como el conjunto de conocimientos adquiridos tendentes a potenciar las posibilidades de felicidad, sobre todo psíquicas, y con amplitud, que sirva para dar la ilusión necesaria para crear lo indispensable para que la "convivencia" pueda ilusionar, conocimientos que pueden hacer que aumenten las posibilidades de disfrute con el "bien", la "verdad" y la "belleza" que es realmente el fin de la cultura, y creando, como consecuencia, un afán colectivo para realizarlo entre todos. Da algo que se hace parte de la propia persona (no como la "civilización" que lo que proporciona es externo a ella).
Ahora bien, concebido así el tema, resulta inevitable que la cultura en cada momento y en cada lugar es la aplicación práctica de una concepción de la vida, es decir, de una filosofía. Y como hay muchas filosofías, la inevitable consecuencia es que hay muchas culturas, muy diferentes entre sí e incompatibles entre ellas (por ejemplo, islámica, comunista, liberal., católica, etc.) puesto que asientan en postulados filosóficos distintos y en general radicalmente diferentes.
Se habla a menudo de la "amigable convivencia de varias culturas" y al hacerlo se fuerzan los términos: se confunden las concepciones intelectuales existentes con la convivencia de las personas que las profesan; una "cultura" puede (y debe) hacer una convivencia amigable entre personas de distintas culturas manteniéndose siempre la divergencia y la incompatibilidad doctrinal entre ellas.
Llegado aquí el razonamiento, convendrá elegir aquella cultura que más logre esa perfección del "bien", de la "verdad" y de la "belleza", que dé contestación clara a las exigencias personales más íntimas, que sea aplicable a todos los hombres y siempre, haciéndolo además de manera que una a unos con otros, enseñe a limar diferencias o distinciones, ilusione individual y colectivamente (abarcando a todos los estratos sociales y todas sus organizaciones), que mantenga el respeto para con las personas disidentes, y que logre así ser ese "afán colectivo" en que todos estén embarcados o puedan estarlo, para realizarlo en cada uno y sobre todo colectivamente.
Es claro que la "cultura católica" es la que mejor responde a todas estas exigencias
Dr. Fernado Civeira .
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"ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil
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