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Genoma
Como médico e investigador me atrevo a decir que no se puede dejar al autocontrol de los científicos el empleo correcto de sus conocimientos y de sus afanes investigadores
El descubrimiento de la estructura del
ADN (ácido desoxirribonucleico), la determinación del paso de
la información del gen a la proteína y la asociación de
infinidad de enfermedades con la carga genética, así como el
desarrollo de la tecnología del ADN recombinante, han conducido
a que la genética molecular se haya desarrollado de forma
extraordinaria durante los últimos 25 años.
Todo ello, por su parte, ha supuesto un tremendo adelanto en la
Medicina, incrementando sus armas terapéuticas y diagnósticas.
Hoy día, por ejemplo, disponemos de insulina sintetizada por un
tipo de bacterias a las que previamente se les ha introducido el
gen de la insulina humana, lo cual nos evita el anterior uso de
insulina proviniente de cerdos, de alto coste y diversos efectos
secundarios.
Los avances en el diágnostico genético nos ayudan a detectar
personas predispuestas a determinadas enfermedades, pudiendo
aplicarles un seguimiento más exhaustivo que conduzca a un
diagnóstico precoz y un tratamiento más eficaz.
En fin, existen, que conozcamos, más de 6000 alteraciones
heredables, afectando las enfermedades genéticas hereditarias
puras al 1% de la población y constituyendo una causa umportante
de mortalidad antes de los 15 años de vida; y eso por no
mencionar enfermedades como la hipertensión arterial, las
enfermedades coronarias y algunas enfermedades mentales en las
que puede intervenir un componente genético importante.
Está claro por todo ello que los avances en este campo de la
Medicina pueden suponer un gran bien para el ser humano.
Pero al igual que la inmensa mayoría del resto de los
conocimientos que alcanza el ser humano, pueden ser empleados
para obrar el mal, es decir para atentar contra el propio ser
humano.
El diagnóstico prenatal de enfermedades de carácter genético
no es en sí malo, pero a nadie escapa que si se emplea como
elemento argumental en contra del no nacido diagnósticado de una
patología génica se vuelve primero contra ese ser humano que es
eliminado y en segundo lugar contra los autores de ese crimen que
actúan contra su propia naturaleza de manera injusta.
Es evidente que si alguien dijera que hay que eliminar a los
ciegos, a los sordos, a los que miden menos de 1,80 metros, a los
que no alcanzan determinado percentil intelectual, la mayoría
pensaríamos que eso es una barbaridad.
Pues eso que nos queda tan claro que es una barbaridad, no lo
entiede mucha gente que piensa que tiene "derecho" a
tener un hijo de las características que ha soñado y
convertirse en juez condenador de aquellos individuos que no
superen los parámetros "adecuados".
Sería ingenuo, en este mundo en el que nos movemos, pensar que
no hay gente dispuesta a manipular genéticamente seres humanos,
igual que se manipulan animales o vegetales para aumentar la
producción, en su propio beneficio.
Y, ¿cuál es la diferencia entre el buen y el mal uso de la
ciencia?
Que este no atente contra la esencia del ser humano.
Por ejemplo, es un hecho esencial del ser humano el que este
proviene de la unión de un hombre y de una mujer, y es esencial
por que para su desarrollo psicológico, afectivo y hasta
físico, depende de ese fenómeno, y todo lo que se aparte de
ahí conduce a alteraciones que generan enfermedad física y
mental e infelicidad.
El ser humano no puede ser producido en un laboratorio según
capricho, sino que igual que respirar oxígeno, necesita crecer
en un entorno afectivo en el que se le quiera por lo que es, un
ser humano, y no por sus características físicas "de
diseño".
Como médico e investigador me atrevo a decir que no se puede
dejar al autocontrol de los científicos el empleo correcto de
sus conocimientos y de sus afanes investigadores, que como en el
resto de los campos pueden ser mal empleadoss, sino que la
sociedad y en su nombre el Estado debe velar por la defensa del
ser humano y en especial de los más débiles, los no nacidos.
Dr F. García-Alvarez *
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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