|
Algo sobre el barroco
El Barroco ayudó a glorificar en particular el dogma central de la Eucaristía contra Lutero.
EEl Barroco era la expresión de una
nueva forma de cultura, que, por lo mismo, se manifestaba no
sólo en las artes plásticas, sino en la pintura, en la música,
en la poesía, en el teatro, en la vida social y en la
filosofía. Ciertamente, era un arte que respondía al espíritu
de los pueblos católicos, en que nació, al ambiente de las
naciones donde vence la Reforma Católica y a ese espíritu de
conquista, de dinamismo, de glorias triunfales.
La arquitectura y el teatro fueron por lo constructivo y lo
dinámico, las que mejor expresaron y simbolizaron la fuerza
creadora y triunfal del catolicismo. El Barroco ayudó a
glorificar en particular el dogma central de la Eucaristía
contra Lutero. Como se necesitaba más luz y espacio, y el arte
medieval era demasiado sombrío para una época de expansión y
apoteosis, el Barroco sustituyó un arte frío, clásico y
austero por otro más recargado.
La Compañía de Jesús no creo nuevas formas, sino que propagó
las que estaban en boga. A finales del siglo XVI los jesuitas
germanos todavía construían sus iglesias en el estilo gótico y
no fueron ellos los que llevaron después el Barroco a su máxima
expresión. Sin embargo, en el sentido con el que se habla de un
románico cluniacense, o un gótico cistercience, se puede hablar
de un barroco jesuítico. La Iglesia de Roma, Il Gesú fue el
ejemplo más claro, levantada por Vignola con una sola nave y con
capillas laterales entre los contrafuertes, y otra nave más
corta y ancha que hace de crucero, sobre el cual se levanta la
cúpula, inundada de luz por la linterna.
El modelo representado por Il Gesú fue muy utilizado por la
amplitud del local, los contrastes de luz a que se presta y la
potente unidad que domina toda la construcción. Esta iglesia
servía perfectamente para glorificar la Eucaristía y
evangelizar a grandes masas populares en las ideas de la reforma
católica.
En cuanto al teatro, los jesuitas reconocieron su utilidad
pedagógica incluyéndola en la Ratio Studiorum. El móvil
principal de las representaciones teatrales era el afinamiento
del sentido estético, la educación de los más nobles
sentimientos, el uso perfecto de la lengua latina, la
instrucción de la declamación, del gesto, de la emisión de
voz, de la expresión de los afectos y el dominio de los grandes
auditorios. Aunque algunos de sus alumnos llegarían a ser
famosos como Calderón, Corneille y Moliere. Su éxito vino de
educar y formar conforme al carácter y disposición de cada
individuo.
José Luis Orella *
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
La reproducción total o parcial de estos documentos esta a
disposición de la gente siempre bajo los criterios de buena fe y
citando su origen.