El libro de Víctor Pradera que publicó en 1923 ante el auge del nacionalismo vasco vuelve de nuevo aparecer ante los lectores de nuestro tiempo gracias a la labor de actualización llevada por su biógrafo, el profesor de historia de la Universidad San Pablo-CEU, José Luis Orella. En el momento actual en el cual se discute las raíces de los pueblos, era necesario volver a retomar viejos textos que sirvieron en su momento para clarificar algunos hechos históricos La reintegración de Navarra a España siempre fue un hecho controvertido en la historiografía navarra. La personalidad hispánica de Navarra, fuera de duda, pero dirigida por una dinastía real que mantenía intereses en Francia, sirvió para que posteriormente se pudiese utilizar como pretexto de una conquista ilegítima del viejo reino pirenáico. El autor de su tiempo, Víctor Pradera, pretendió defender la honorabilidad del rey Fernando y la legitimidad de la reunión de Navarra con el resto de España. El modo de demostrarlo fue probando la veracidad de las Bulas y lo hizo. Pradera entró en una faceta científica desconocida, el abogado e ingeniero se hizo historiador en defensa de su ideal. Por esta causa, el navarro puso de lema a su libro "Fernando el Católico y los falsarios de la historia", la cita de San Juan et cognoscetis veritatem et veritas liberabit vos. Un lema que entroncaba con el deseo actual de los católicos de vivir de forma consecuente con la verdad.Su obra "Fernando el Católico y los falsarios de la historia" resultó una revisión continua de la figura del monarca. Pradera defendió el derecho al trono de Carlos IV, Príncipe de Viana, y después el de su hermana Blanca, contra el derecho del padre de ambos, Juan II de Aragón. Incluyó a Navarra en la excepción a la norma maurrasiana de nacionalización de las dinastías reinantes, porque no se dio en este caso concreto. En el espíritu de los reyes navarros siempre prevaleció el punto de vista de sus dominios franceses. Pradera acusó a los agramonteses -partidarios de Juan II de Aragón- y a su orientación profrancesa después, de traicionar el sentimiento nacional navarro. La orientación filofrancesa de los intereses particulares de las sucesivas dinastías reinantes en Navarra, hicieron fracasar la confederación española en torno al viejo Reino Pirenáico. La política matrimonial dirigida a este objetivo fue sistemáticamente entorpecida desde el lado francés. El rey galo Luis XI o Carlos VIII únicamente debían poner en peligro las posesiones francesas de la dinastía reinante en Navarra para hacerla más obediente. En esta parte de su obra, Pradera dejó patente la diferencia de intereses del sentimiento nacional navarro -orientado a formar parte de España- y el sentimiento particular de la dinastía navarra subordinado a Francia. Pradera limpió el honor de Fernando "el Católico" mostrando siete ocasiones en que el rey francés le ofreció Navarra en acuerdos, pero no aceptó en atención a los derechos de sus sobrinos reinantes en Navarra. El siguiente paso del navarro fue demostrar que la conquista de Navarra fue legítima. Francia se encontraba en guerra con el Papa, Inglaterra y España. La búsqueda de aliados empujó a Luis XII a firmar un tratado secreto con el reino pirenáico. El tratado de Blois fue presentado como una alianza defensiva que no afectaba a Fernando "el Católico". Pradera, en cambio, demostró como en uno de los puntos referentes al sitio de Fuenterrabía, Luis XII solicitó la ayuda navarra contra los ingleses y sus aliados. Éstos no podía ser otros que el Papa y Fernando "el Católico". Por tanto, se descubrió que el tratado tenía una finalidad ofensiva contra la seguridad española. Según Pradera, el tratado de Blois firmado por los reyes navarros violentaba el volkgeist hispano de los navarros y legitimaba la anexión militar por el ejército vasco del Duque de Alba. Pero el argumento principal de la obra estaba por venir. Pradera consiguió certificar la Bula "Pastor ille caelestis" como auténtica. El documento expedido por Julio II el 21 de julio de 1512, por su fecha, no justificaba la anexión de Navarra. El Tratado de Blois fue quién legalizó la conquista del reino pirenáico. La Bula "Pastor ille caelestis" lanzaba una condena condicionada de excomunión. Por esta razón, no citaba en concreto sino generalizaba a todos los comprometidos con Luis XII de Francia. Sus partidarios tenían tres días para abandonarle y librarse de las penas canónicas. Los reyes navarros, como aliados del rey de Francia, quedaron fuera de la Iglesia al hacerse efecta la excomunión, por su desobediencia al mandato papal. Como prueba, Pradera aportó la correspondencia de Tudela con los monarcas, en la que se demostró la autenticidad de la Bula al considerarse los tudelanos cismáticos. Además Navarra se consideró feudatario del Papa, como otros reinos hispánicos. El pontífice, por tanto, estaba en el derecho, como cabeza de la soberanía espiritual, de desligar Navarra de sus reyes. Pero el Papa lo que no podía hacer era imponer otro monarca por no estar la jurisdicción terrenal en su autoridad. Por tanto, la Bula no legalizó la conquista porque ya lo hizo por si sólo el tratado de Blois, sino que legitimó la adquisición del reino de Navarra desligado de unos soberanos felones a la Iglesia, según Pradera. El problema venía por la acusación de Arturo Campión a Fernando "el Católico" de falsificar una Bula, donde se nombraba por sus nombres a los reyes de Navarra como excomulgados y depuestos de sus cargos en beneficio del monarca aragonés. La Bula "Exigit Contumacian" había sido expedida el 18 de febrero de 1512, algo ilógico de creer por cuanto detallaba aspectos que iban a suceder en julio. La fecha de la Bula era la causa alegada por los historiadores galos y nacionalistas vascos para acusar al monarca español de falsario. Sin embargo, Víctor Pradera, en su nueva de historiador destruyó los argumentos de sus oponentes utilizando pruebas y las propias obras de Campión, Moret y Boissonnade. El éxito de Pradera fue descubrir que Fernando "el Católico" no fue un falsario. La Bula "Exigit Contumaciam" era verdadera y posterior a los hechos de la anexión navarra. Para más problemas la fecha causante del embrollo estaba bien. La situación aclarada por Pradera fue que la calendación de las Bulas era distinta a la moderna. El calendario utilizado por los Papas era el florentino que tenía la peculiaridad de empezar el año el 25 de marzo, fecha de la Encarnación del Señor. Por tanto, el 18 de febrero de 1512, era posterior al 25 de marzo de 1512, ya que el 18 de febrero de 1512 en el calendario florentino correspondía al 18 de febrero de 1513 del moderno. Pradera con su obra histórica probó la honorabilidad de Fernando "el Católico" y de la anexión de Navarra, desprestigió como historiador a Arturo Campión y rehabilitó a los beaumonteses. A pesar de ser una obra de historia de 1923, mantiene vigencia en la actualidad. Como cuando el historiador Jaime del Burgo en su monumental "Historia General de Navarra" ha utilizado este libro en la parte referente a la anexión del viejo reino por España. En los momentos actuales, es una obra que muchos navarros y no navarros van a agradecer de su aparición en las librerias.. ·- ·-· -··· ·· ·-·· José Inazio Etxániz Titulo: "Fernando el Católico y los falsarios de la historia" Autor: Victor Pradera Prologo: José Luis Orella 372 p.p Editorial Grafite. Bilbao. 2003. |